Peligro

Antes de continuar, debo alertarte acerca de dos peligros y obstáculos serios que impiden alcanzar la sanidad. Uno es ceder a un temor hacia las personas de tal forma que no permitas que nadie se acerque lo suficiente a ti para ayudarte en tu camino hacia la sanidad. El otro peligro es volverte demasiado dependiente de un solo individuo. Investiguemos ese último peligro más a fondo.

La primera persona que yo conocí y que tenía Trastorno de Identidad Disociativo—la llamaré Samantha—había escapado de un culto peligroso para vivir entre estados con una mujer joven a quien llamaré Julie. Samantha había sufrido un abuso ritual satánico horrendo y prácticamente necesitaba cuidado las 24 horas del día por parte de Julie para que la protegiera del suicidio y otros peligros, así que se mudó con Julie. Julie era una terapeuta comprometida y competente pero sin experiencia, y Samantha pronto se volvió altamente dependiente de ella emocionalmente. La presión bajo la cual se encontraba Julie fue tal que terminó por enfermarse y tuvo que tomar un descanso completo en ayudar a otros. Esto fue tan devastador para Samantha que muchos de sus alters lo tomaron como un rechazo, y trágicamente terminó por regresar con sus abusadores. Hasta donde sé, virtualmente se perdió toda sanidad, y años después, sigue atormentada.

Otra mujer con T.I.D. encontró aceptación y el amor de padre que siempre había anhelado en un amable pastor. Esto causó que ella sintiera un vínculo anormalmente fuerte con este pastor, a tal grado que constantemente batallaba contra sentimientos de envidia y celos hacia él, y cuando él tuvo que mudarse a una iglesia en otra parte del país, ella lo sintió como rechazo, lo cual demostró ser un retroceso enorme en su camino hacia la sanidad.

Éstos son solo dos ejemplos de cómo las personas con Trastorno de Identidad Disociativo pueden desarrollar rápidamente apegos fuertes y malsanos hacia aquellos que les muestran bondad, y lo que al principio se siente bien y acelera su recuperación puede terminar por sabotear su sanidad.

Hasta que sanen, las personas con T.I.D. podrán tener muchos amigos casuales, pero muy dentro de ellos sienten la tortura de una soledad extrema y un anhelo fuerte por aceptación, agravado aún más por la creencia que cualquiera que descubra la verdad completa acerca de su pasado los rechazará. Se sienten acosados por secretos oscuros y atormentadores que siguen reprimiendo de todos (e incluso de ellos mismos). El soltar ese miedo, presión y aislamiento al compartir sus secretos y encontrar una cálida aceptación es un alivio tal que vincula en gran manera a una persona hacia quien se comparten los secretos, sea quien sea. Esto, combinado con el engaño falso pero severo que prácticamente nadie les aceptaría si los conocieran en verdad, comúnmente provoca que las personas con Trastorno de Identidad Disociativo se sientan fuertemente apegadas a, y dependientes de, un terapeuta o cualquier otra persona con quien se abran.

Para entender el poder de las fuerzas que operan aquí, recuerda que hay partes de la persona que literalmente son como niños pequeños que desesperan por tener el amor y aprobación de un padre; otros son como niños más grandes que anhelan tener a un mejor amigo; y otros más son como adolescentes que añoran un amor romántico. No es para nada inusual que algunos sientan una atracción sexual hacia alguien del mismo sexo que su propio cuerpo. Y todos estos alters distintos pueden creer que han encontrado en un solo terapeuta o consejero (o un amigo si es que se han abierto con uno) todo el amor y aceptación del que se les ha privado toda su vida. Son fuerzas poderosas y considerablemente abrumadoras que se combinan, no solo en un nivel consciente sino en uno subconsciente además.

Los niños pequeños normalmente piensan que sus padres son infalibles, y los enamorados de ojos soñadores están ciegos a las fallas en la persona a la que idolatran. Las personas que sienten dolor son excepcionalmente sensibles. Los alters pueden tomar la cosa más pequeña como un gran insulto personal. Junta todos estos componentes y el resultado son emociones tan intensas que si tú y tus alters crean lazos exclusivamente con una persona, entonces perder el contacto con esa persona, incluso si es temporalmente, no solo se puede sentir como si te quedaras huérfano sino como si te quedaras viudo o viuda, y también como si tu mejor amigo te hubiera traicionado, todo al mismo tiempo.

Lo que hace de estos apegos algo tan peligroso es que nadie además de Dios puede garantizar que no morirá jamás, o que no se enfermará, o que no necesitará un descanso. Eso también trae una presión enorme sobre la persona que es el objeto de esta dependencia. Volverse alguien tan crucial para la sanidad y bienestar de otra persona fácilmente puede sobrecargar a quien brinda esa ayuda a tal grado que se quiebra bajo las demandas que se colocan sobre él o ella. Es más, eso hace que la persona con Trastorno de Identidad Disociativo sea peligrosamente vulnerable a una explotación si aquél de quien dependen tanto tiene la más mínima debilidad moral.

Es por muy buenas razones que se considera no solo imprudente sino altamente inmoral y poco ético para un terapeuta el tener una relación romántica con alguien a quien él o ella están ayudando. El hacerlo así es suficiente para hacer que les retiren la licencia a quienes ejercen la profesión porque se ha comprobado que las personas con heridas emocionales son altamente vulnerables y que fácilmente pueden terminar por sentir un apego emocional con cualquiera que les ofrece apoyo. El hecho de que las personas con Trastorno de Identidad Disociativo por lo general necesitan una ayuda prolongada solo agrava esto.

Cualquiera que se está recuperando del Trastorno de Identidad Disociativo necesita estar en una posición donde la persona más significativa en su recuperación pueda morir en cualquier momento, o donde las circunstancias obliguen a esa persona a retirarse sin que esto socave en gran medida el progreso obtenido.

Una alter me escribió, diciendo:

El esposo de mi host la dejó sola para que criara a todos sus hijos de afuera por sí sola. Él le dijo: “Necesitas demasiado.”

No queremos que tú te alejes de nosotros como lo hizo él diciendo que necesitamos demasiado porque eso hizo llorar y llorar y llorar a nuestra host, y también vomitó hasta que casi se murió. No queremos hacer que eso le pase de nuevo.

Yo respondí:

Preciosa Amiga,

Entiendo tus necesidades. Son muy profundas, intensas y sumamente importantes. Siento tristeza por ti y anhelo que Dios me use para ayudarte a satisfacer todas esas necesidades. Pero aunque los humanos pueden facilitarlas, tus necesidades son tan grandes que es vital para el bienestar tuyo y para otras personas que no busques a esas otras personas para satisfacer esas necesidades. En realidad necesitas a alguien que esté disponible 24/7 y que pueda garantizar que no se desgastará o morirá. De otra forma estás vulnerable a más sufrimientos—y ya has sufrido demasiado por ello.

Haré lo mejor que pueda, pero la única forma segura y totalmente efectiva de satisfacer tus necesidades es a través de Jesús y consiguiendo que cada parte de ti ame, entienda y apoye a cada otra parte de ti.

Como podrás entender, no es justo para ti, ni para cualquier consejero, mirar a un consejero como si fuera un esposo substituto que prometa estar contigo hasta la muerte y que te dé prioridad por encima de cualquier otra persona que necesite de él. Sé que no piensas que es lo que estás pidiendo, pero es muy fácil caer en este grado de dependencia sin uno darse cuenta.

Tampoco es seguro para ti, o justo para cualquier esposo, que inconscientemente hagas de un esposo un padre y madre sustituto para todos y cada uno de tus alters, incluso si tus alters lo necesitan con desesperación. Esto no significa que tus necesidades no se puedan satisfacer sino que deben satisfacerlas a través de Jesús y por medio de tu amor y apoyo para cada parte de ti. Mi papel no debe ser el principal, pero sí debe ser el de ayudarte a descubrir cómo satisfacer tus necesidades por medio de Jesús y de ti misma.

Dado que solo Dios es inmortal, infalible e inmutable, los alters necesitan aprender tan pronto como sea posible a valerse de ayuda humana al mismo tiempo que a depender lo menos que puedan de los humanos y lo más que puedan de Dios. Por esta razón he establecido un grupo de T.I.D., del cual una meta importante es que los miembros formen lazos con el grupo en lugar de conmigo o de cualquier otro individuo en el grupo. Otras personas son una parte importante del proceso de sanidad, pero los alters reciben la mejor ayuda buscando primeramente a Dios y a su host por su alimentación espiritual, aprobación, cuidado parental y demás.

La Meta de la Integración

En oteo enlace de esta web explico por qué creo que las personas con Trastorno de Identidad Disociativo poseen cerebros superiores. Por eso, no creo que la meta de la integración deba ser volverse completamente como si las personas jamás hubieran tenido T.I.D., al igual que la meta de un genio no debe ser la de rebajarse hasta tener una inteligencia “normal”. (Yo no tengo T.I.D., así que digo esto siendo imparcial.) La meta debería ser identificar a todos los alters y que trabajen en armonía como un equipo que se aman y apoyan unos a otros, conocen los secretos unos de los otros, y tienen un acceso total a los recuerdos y habilidades unos de los otros. Sin embargo, sí creo que lo mejor sería hacer un esfuerzo por evitar dormir mientras otros están despiertos. El que todos ellos duerman al mismo tiempo y estén alertas juntos evitará un agotamiento excesivo y tener que salir adelante con menos que su capacidad intelectual completa.

Hacia la Totalidad y la Integración

Una alter infantil, que se había formado debido a un abuso sexual, estaba bastante perturbada. Ella, quien se había visto a sí misma como una niña pequeña, había logrado darse cuenta que tenía el cuerpo de una mujer madura. Esto le alarmaba porque creía que un cuerpo sexualmente maduro la haría más propensa a una atención indeseada de los hombres. Ella halló consuelo cuando le expliqué como el tener el cuerpo fuerte de un adulto, y la autoridad y credibilidad que eso conlleva, la haría menos vulnerable a los acosadores sexuales. Con todo, ella seguía molesta al pensar que ya no era una niña.

Entre mis equivocaciones ya antes mencionadas, le dije a una alter que creía tener cuatro años de edad que era una adulta. Ésta era la alter. Antes de mi metida de pata, ella ya había comprendido que tenía un cuerpo adulto. El señalarle que también tenía la mente de un adulto me había parecido un paso pequeño a mí, pero no a ella. Hasta ese momento, ella se había visto a sí misma como una niña pequeña atrapada en el cuerpo de un adulto. La idea de ser un adulto en todo el sentido de la palabra le pareció aterradora porque lo veía como si le hubieran robado su infancia y sus sueños. Después de que yo le dijera tan pronto y con tan poca delicadeza, ella ´pasó un tiempo tratando de lidiar con ello viviendo en negación respecto a lo que le había dicho yo.

Un par de semanas después preguntó: “¿Qué edad tengo en realidad?”

Me encomendé al Señor; estaba nervioso y no quería cometer otro error.

Comencé con una explicación cuidadosa de cómo ella había llegado a existir como alter y concluí diciendo: “Es totalmente injusto que hayan sobre ti todo el dolor y que te hayas perdido de todos los buenos recuerdos, pero Jesús sufrió para que Él pudiera llevar sobre sí mismo todo tu dolor. Te dejaron atrás cuando el resto de ti creció, pero Dios quiere hacerte feliz ayudándote a ponerte al día para que puedas reunirte con el resto de ti. De esa forma, tendrás todos los buenos recuerdos que mereces—los recuerdos de los que te habían despojado hasta ahora.”

Terminé respondiendo específicamente su pregunta. “Creo que en este momento, emocionalmente hablando, tú tienes cuatro años de edad. No estoy seguro de cuál es tu edad mental, pero ciertamente pareces más lista que una niña de cuatro años. Y también tienes el cuerpo fuerte y hermoso de una mujer madura. Estas tres cosas están fuera de lugar. No me sorprende que estés confundida; eso confundiría a cualquiera. Pero Dios quiere sanarte para que toda tú seas de una sola ‘edad’ con recuerdos felices y sin confusión.”

Por lo regular, cuando los alters pequeños temen perder su infancia, eso indica que aún no han recibido toda la diversión, el amor y el cuidado que necesitan. Si estas necesidades no se cumplieran, el efecto de una privación durante la infancia continuaría, y se esperaría que toda la persona pase su vida sufriendo de necesidades emocionales sin satisfacer. De ser así, el Señor y Sanador lo entiende y no dejará que estos pequeños alters se pierdan de lo que necesitan para una totalidad emocional. Así que los alters pequeños no tienen por qué temer. Dios no apresurará las cosas. Él no dejará que se pierdan del cuidado que anhelan.

Mientras le seguía explicando cosas mencionadas en otras partes de esta serie de páginas web, comenzó a asentarse una paz sobre esta querida alter. Ya no se veía a sí misma como una persona aparte atrapada en el cuerpo de alguien más sino como una parte vital de una persona. Ahora se veía a sí misma como alguien a quien habían desconectado trágicamente del resto de ella, y entendía que la unión con sus otras partes representa una plenitud verdadera y el fin de la confusión. No era un fenómeno como había llegado a pensar de sí misma sino simplemente alguien que había sido profundamente herida emocionalmente hablando, si bien no había sido culpa suya, y Dios quería sanar esa herida. Volverse una con su host no era la pérdida aterradora que temía sino una forma de ganar nuevos recuerdos y habilidades. Representaba descubrir que ella era una pieza clave en un rompecabezas que jamás tendría sentido sin ella. Era algo que le brindaba sanidad; era volver a casa, una restauración, volverse alguien completo.

No mucho tiempo después, esta alter comenzó a descubrir que se estaba uniendo a dos de sus compañeros alters cada que se encontraban con Jesús. Le pregunté qué se sentía ser una con los otros alters. Ella respondió le la hacía sentirse más fuerte, más capaz y más viva. La experiencia no le quitó nada; le añadió algo. La enriqueció.

Es normal para los alters suponer equivocadamente que la integración significaría que ellos dejaran de existir. Esto está lejos de ser verdad. No solo jamás dejarán de existir sino que la integración significa obtener más habilidades—las habilidades de los otros alters. No existe pérdida en ello. Todos ganan.

Una mujer con T.I.D. lo explicó de esta forma:

Por más que deteste tener este trastorno, a menudo solía preocuparme acerca de quién sería yo sin él. Por medio de tu página web he aprendido que no tiene por qué ser así. Yo sería más, no menos.

Una mujer tenía varios alters que estaban hablando emocionadamente acerca de juntarse en grupos de dos o tres y unirse unos con otros. Algunos, si bien no querían comprometerse a una permanencia, de hecho sometían esto a prueba durante días en cada ocasión que ocurría. Esto había llegado a suceder de manera natural, sin la menor participación de ningún terapeuta. A muchos de ellos les habría encantado unirse a su alter protectora a quien admiraban en gran manera. La protectora se negó, pues temía que unirse resultaría en obtener las debilidades del resto. Le preocupaba que obtener dichas debilidades mermaría su habilidad de proteger a los alters, si acaso llegara a surgir esa necesidad. Es más, no quería infligirles sus propias debilidades a ninguno de los demás alters.

Le dije a la protectora que yo creía que cada uno obtendría las fortalezas del otro y que las debilidades desaparecerían, a menos que todos los alters con los que se uniera tuvieran la misma debilidad. Le sugerí que le preguntara a Dios acerca de ello, y así lo hizo. A Él siempre se le ocurren las ideas más brillantes. Él respondió que sería mejor esperar un poco antes de unirse con cualquier otro alter y que debía enfocarse primero en unirse con Dios. Esta alter ya era una cristiana bastante comprometida, pero en ocasiones era un poco vacilante en su relación con Dios, como es normal de alguien cuya confianza los seres humanos han violado seriamente. Por supuesto, la respuesta de Dios es bastante bíblica. Por ejemplo:

1 Corintios 6:16-17  . . . Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

La alter concluyó que al unirse con el perfecto Señor, sus propias debilidades dejarían de ser un problema.

Escapando del Confinamiento

En el Zoológico de Heidelberg, en Alemania, se confinó a un oso en una pequeña jaula durante años. Cada día solía caminar de un lado a otro hasta donde la jaula se lo permitía—doce pasos hacia un lado y doce pasos hacia el otro. Finalmente, soltaron al oso dentro de un nuevo recinto más grande, pero para la consternación de todos, lo único que hacía era caminar de un lado a otro, doce pasos de ida y doce de vuelta.

Los alters son así. No es que un alter no tenga las habilidades o recuerdos o propiedad emocional de ciertos eventos que un compañero alter sí tiene. Lo que ocurre simplemente es que tales alters viven en negación, o piensan equivocadamente que están más limitados de lo que realmente lo están. Tienen acceso a todos los recuerdos y habilidades de la persona completa pero se creen incapaces de ir más allá de los estrechos confines de quienes ellos mismos creen que son. Por lo general se ven a sí mismos sin existencia alguna antes de una cierta edad, y de igual manera, no se ven más allá de una cierta edad. Necesitan ser liberados de los confines que esta imagen de sí mismos les impone.

Al comenzar a sanar los alters, ocasionalmente recurren a recuerdos o habilidades fuera de la edad a la que se imaginan que están limitados. Por ejemplo, una alter que cree que es una niña podría demostrar una madurez o un vocabulario o una habilidad que la persona jamás tuvo a esa edad. O también, un alter podría hablar de un evento que ocurrió antes de que se él formara como si él lo hubiera experimentado personalmente. Esto a menudo ocurre de forma tan natural que los alters no están conscientes que lo están haciendo. Se les puede ayudar en gran manera si, cuando notes que está pasando, les haces notar amablemente que lo que están diciendo o haciendo indica que verdaderamente son la persona completa que les has dicho que son.

Dado que los alters existen en un intento por proteger a otras partes de la persona de, al menos, un poco del trauma surgido de experiencias bastante perturbadoras, retienen la reacción emocional más profunda a ciertas experiencias. No es de sorprenderse que a veces también busquen proteger al resto de la persona guardándose la información desagradable. Aunque estos secretos parecían horrendos cuando se formó el alter, el host ha madurado en lo físico y probablemente en lo espiritual desde entonces, o las circunstancias pueden haber cambiado en gran manera. Por cualquiera de estas razones, los secretos probablemente sean menos inquietantes para el host de lo que el alter supone. Tampoco es algo fuera de lo común que un alter trate desesperadamente de mantener un secreto sin darse cuenta que el host ya sabe acerca del mismo.

Metafóricamente hablando, es como si se establecieran barricadas artificiales en el cerebro de su host, las cuales dividen a la persona real en varios alters. Las vías neuronales que van de cada alter a los pensamientos, recuerdos, puntos de vista y demás del resto de la persona, están todas en su lugar, y se puede establecer un acceso total fácilmente en cuanto se elimina cada barricada. Al dejar de aferrarse un alter a los secretos y recurrir a Dios en busca de sanidad, la barricada lentamente se disuelve, permitiendo así al alter, con tan solo pensarlo, tener acceso a los recuerdos y habilidades que el/la alter no sabía que tenía. En cuanto esto comienza a pasar, el alter se vuelve cada vez más como toda la persona, solo que con un perspectiva un poco diferente y única de dicho alter.

Una vez que se gana confianza y un/una alter revela sus secretos al resto de la persona, desaparece una razón significativa para la existencia del alter como una entidad separada. Para unirse con otros alters, al alter también le deben agradar esos alters y (si los alters son de mayor edad) no tener miedo a crecer o a perder su individualidad. Es probable que entonces el alter se una a uno o más de los otros alters y que el proceso continúe hasta que todos los alters se hayan integrado en una sola persona con el poder absoluto de todos los recuerdos y habilidades y perspectivas de cada alter combinados. El orden en el cual tenga lugar la unión te puede sorprender. Por ejemplo, podría ocurrir que un alter adolescente tenga más en común con uno de treinta años que con uno de veinte, y por eso el alter adolescente se podría unir con el alter de treinta años, mientras que el alter de veinte años temporalmente continúa separado. Es más, a menudo es un caso de polos opuestos que se atraen. Los alters con una debilidad particular por lo regular harán equipo con aquellos que puedan compensar. Un alter tímido podría hacer equipo con uno valiente; un alter al que le falta una habilidad intelectual en particular podría hacer equipo con uno que sí tenga esa habilidad, y así sucesivamente.

Sin embargo, debo recalcar que no es poco común que un alter permanezca en silencio por algún tiempo y que el host malinterprete este silencio como algo que indique que el alter se ha unido con otro.

Puntos de Ayuda en Cuanto a la Sanidad

Dado que la mayoría de las personas tienen más de un alter, cada alter necesita un nombre individual para ayudarte a identificar con cuál alter estás hablando. A veces los alters escogen nombres humillantes para sí mismos, tales como Vergüenza o Pesar. Yo nunca uso ese tipo de nombres porque el hacerlo refuerza una mentira que han creído acerca de sí mismos. De hecho, si te lo permiten, considera usar un nombre opuesto, como Honor o Amado. A veces los alters escogen nombres normales pero diversos. Tres alters de una sola persona podrían llamarse Jack, Bill y Brian. Sin embargo, podría ayudar un poco a su sentido de unidad si se pudiera referirse a ellos por la edad en que se formaron. Por ejemplo, si el nombre del host es Jack, se podrían llamar “Jack de tres años”, “Jack de seis años” y “Jack de doce años”. Por otra parte, incluso referirse a ellos por edad podría ser un tanto negativo, ya que ayudaría a sentirse estancados en esa edad. Una mujer me contó que el Señor le había indicado que comenzara a usar un nombre con guiones en medio para cada alter, siendo su nombre de nacimiento el del principio. Por ejemplo, si su nombre de nacimiento había sido Mary y ella tenía otras alters llamados Pequeña, Preciosa y Madre, sus nombres se volvieron Mary-Pequeña, Mary-Preciosa y Mary-Madre. Veo la sabiduría de Dios en esto, ya que refuerza para cada alter la noción de ser parte de una persona. Un nombre puede tener un impacto tan poderoso sobre una persona que, en la Biblia, era Dios quien elegía los nombres de las personas en ciertas ocasiones. He visto a alters a los cuales les ha ayudado recibir un nombre positivo y de buen significado. Por eso, la elección de nombres es digna de someter a oración.

A todos nos encantan los testimonios de personas que, al volverse cristianas, sufren transformaciones dramáticas de sus creencias y comportamiento. Sin embargo, hemos explicado que, hasta que reciben ayuda, los alters están atrapados en una distorsión temporal, y si el tiempo en que están atrapados es antes de la conversión de su host, esos alters, como uno podría esperar, no serán cristianos y aún no habrán experimentado ninguna de las transformaciones espirituales que el/la host disfrutó más adelante en su vida. Esta situación continuará hasta que a los alters se les enseñe específicamente el mensaje del evangelio, ellos se rindan ante él, y se les capacite en los caminos del Señor. Por eso no es inusual que un cristiano tenga un alter que odie a Dios o que tenga otros hábitos o puntos de vista que desagraden a la parte cristiana de la persona.

Difícilmente sorprende el que, cuando los alters surgen por primera vez después de sentirse despreciados y rechazados durante años, a menudo estén amargados y que sea molesto hablar con ellos, al igual que ocurriría con casi cualquier persona cuando, después que ésta sufriera una tragedia, la trataran con crueldad, la rechazaran y la aislaran de todo y de todos, año tras año. Por favor no hagas peor su tormento al permitir que su reacción te moleste. Muéstrales bondad y aceptación, y minístrales el amor de Cristo.

Es necesario amar y orar por los alters, así como alentarlos a formar parte del reino de Dios. Se les necesita enseñar principios cristianos que a los hosts ahora les podrían parecer tan básicos que se les ha olvidado que alguna vez tuvieron necesidad de que se los enseñaran. Como con cualquiera que ha estado poco expuesto a las enseñanzas cristianas, a la mayoría de los alters se les necesita enseñar bases tales como la necesidad de perdonar a aquellos que los han lastimado, renunciar a los pecados y a cualquier vínculo con lo oculto, y, una vez que se han entregado a Cristo, a conocer la autoridad que tienen por medio de Él. Cada una de estas cosas involucra un gran paso, así que sé amable y paciente.

Si el host de un alter ya ha rendido su vida a Cristo, encuentro fácil tener fe que el alter también lo hará, pero no olvides que los alters sufren de un profundo dolor y por ello merecen una gran ternura. Por lo general el trauma que hayan sufrido involucró una violación de su confianza. Es por eso que confiar en cualquier otro—incluyendo a Dios—es desafiante en extremo, tal vez incluso aterrador, para ellos. Toma tiempo desarrollar la confianza.

Los alters no solo sufren de un profundo dolor sino que casi esperan que los rechacen, y malinterpretan fácilmente incluso los comentarios más inofensivos como un rechazo. Podrán actuar de manera áspera e insensible, pero eso es simplemente en un intento por escudarse contra el dolor del rechazo. Muy en lo profundo, anhelan un amor y aceptación incondicionales. Si comienzan a sentir que pueden encontrar esto en ti, tendrán muchas ganas de ser complacientes, y cualquier problema que causen no será debido a que no te quieran complacer, aunque deliberadamente podrían ponerte a prueba para ver si los rechazarías, tal y como ellos temen que puedas hacerlo. Así pues, la disciplina no aumentará su motivación. Yo suelo rogar a otros que no les hablen con severidad a los alters—incluso a los que sean muy molestos. No hay que regañarlos como si fueran niños malcriados. Cada alter necesita y merece un profundo respeto y muchísimo amor incondicional y paciencia y persuasión amable.

Ser duro o severo con un alter suele orillar al alter a esconderse. Si eso te parece paz, es una paz falsa. Si tienes alters, son una parte inseparable de ti. No se requiere demasiada inteligencia para darse cuenta que lastimar una parte de ti es lastimarte a ti mismo, y no dejar que un alter emerja para que él/ella pueda sanar equivale a lisiarte tú mismo.

Te asombrará cómo unos cuantos días de compasión en los cuales se explique el evangelio con gentileza transformará a un alter despreciable, amante del pecado y que odie a Dios, en un amigo y aliado encantador y que ame a Dios, alguien con muchas ganas de vivir una vida de pureza y de complacerte y a los otros alters.

A veces, cuando se ha estado ministrando a una persona con Trastorno de Identidad Disociativo durante semanas y otro más de los alters te habla por primera vez, el alter ya ha escuchado mucho de lo que le has dicho a otros alters. Sin embargo, a menudo el alter no ha escuchado nada, y tienes que repetírselo todo otra vez a ese nuevo alter. Esto a veces puede ser tedioso para la persona que está brindando ayuda, pero es algo que hay que hacer. A menudo el host y otros alters pueden ayudar al nuevo alter, pero con frecuencia he subestimado lo mucho que soy necesario para repetir lo que ya le he dicho a los otros alters de la persona.

Dado que cada alter se comportará de la misma manera que una persona normal traumatizada que tenga la misma edad y género, mientras más habilidad tengas en apoyar emocionalmente a otras personas, mejor serás al ayudar a los alters. Si quieres algunos consejos prácticos sobre cómo dar apoyo emocional a personas lastimadas, visita el enlace al final de esta página, titulado Cómo Dar Consuelo a los Lastimados.

Es muy importante, al igual que de ayuda hacia la sanidad, actuar como un padre con los alters infantiles del mismo modo que lo harías con un niño normal profundamente dolido y temeroso. Esto puede ser particularmente desafiante si no tienes experiencia con niños, pero muchos padres primerizos empiezan sin experiencia también. Cómprale a cada alter joven sus propios juguetes. Reprodúceles música cristiana para niños. Abrázalos, halágalos, diles cuánto los amas. A veces incluso los alters adultos que parecen ser bastante rudos pueden necesitar desesperadamente tales expresiones de amor y aprobación de padre. Por el bien de los alters bebés, quizá incluso necesites vestir con pañales, usar un chupete, y beber fórmula para bebés de una botella. Un hombre adulto descubrió que a menudo había veces cuando, si no hacía esto, se estresaría al punto de caer en pecado, pero utilizar artículos para bebé le parecía tan humillante que tuvo que aprender una y otra vez cuán crítico era esto para alcanzar su propia sanidad y paz.

Escucha a cada alter con cuidado y el tiempo que haga falta. Enséñale, guíalo, juega con él, sé empático con él, e incluso bromea con el alter. Si un host encuentra momentos para que ciertos alters se manifiesten con libertad, estarán más tranquilos en momentos particulares cuando el host quiera que estén callados.

Es importante saber que Dios está ansioso por tomar a los alters bajo Su cuidado temporal e intensamente personal. No es inusual para los alters de gente cristiana disfrutar de tiempos en el cielo durante los cuáles juegan con Dios o reciben instrucciones personales o consuelo de parte de Él. Una alter infantil jugaba con frecuencia ante el trono de Dios con muchos otros alters infantiles sin relación con ella, algunos de los cuáles hablaba en idiomas que le eran extraños. Uno de sus juegos favoritos era jugar con lo que parecía ser una bola de fuego inofensiva. Una alter que conozco se encontró en una ocasión en lo que parecía ser una sala de hospital celestial, agradable y privada, donde Jesús se sentó en su cama y la reconfortó personalmente. No es de sorprenderse que tales experiencias sean profundamente sanadoras. Anima a los alters a sentirse amados de Dios y a estar seguros en Él, y a pasar mucho tiempo con Él.

Un alter puso esto en una oración por escrito:

Nos resguardamos en Ti. Tú tienes un lugar secreto para los alters y sabemos que es un lugar seguro . . . . Papito, gracias por amar y proteger a los alters. Estaríamos en graves problemas sin Ti, pero estamos Contigo y Tú nos amas.

No es algo fuera de lo común para un host sentirse abrumado a causa de las exigencias incesantes de muchos alters en necesidad. Una persona en esta situación puede disfrutar de un respiro entregándole uno o más de los alters a Dios durante algún tiempo.

Con la ayuda de su host, una de las alters más jóvenes de Alice le escribió lo siguiente a uno de las alters más jóvenes de Jake acerca de los juegos que Dios juega con ella. No consideres que estos juegos sean triviales. Imagina cuán sanadoras serían semejantes experiencias, sin mencionar el lazo tan fuerte que le permitirían crear con Dios, para una pequeñita traumatizada a la que jamás se le permite jugar, y para quien el contacto físico por lo general solía ser doloroso, sexual, o ambos.

Dios juega muchos juegos. Mi juego favorito es “Cosquillas”. Me encanta cuando me sujeta y me da vueltas, sonriendo y riendo. Luego, Él me hace cosquillas con gentileza y besa mi pancita. Yo grito de la emoción.

Él también baila conmigo. Me encanta dar vueltas en Sus brazos, y me siento tan segura. Cantamos mucho juntos. Me fascina cantar.

Jugamos a las escondidas. Él pretende que no me ve y yo brinco sobre Su regazo. Entonces Él me agarra y se acurruca conmigo. O yo lo llamo y Él me sorprende cuando me doy cuenta de dónde está. A veces Él está detrás de mí y eso no es justo porque no tengo ojos en la parte de atrás de mi cabeza. Él hace payasadas y nos reímos sin parar.

En otra ocasión, Alice escribió mientras Dios le hablaba a su pequeña alter. Esto es parte de lo que Él dijo:

Dulzura, tú eres Mi deleite. Yo amo a los alters. Son gente especial con necesidades especiales. Cuando el mundo los rechaza, Yo tengo un lugar en Mi corazón para ellos. Te amo, y las veces que jugamos juntos son más que preciosos para Mí.

El Señor es quien mejor puede entender y ayudar a los alters—y a cualquier persona, si vamos al caso—que ninguno de nosotros. Aun así, no se puede evitar lo siguiente: las personas (incluyendo a los alters) necesitan a las personas. Un host estaba tan frustrado con sus alters infantiles que se los mandó todos a Dios, esperando no volver a verlos nunca. Entiendo su reacción. Era una prueba dura para él. Algunos de los alters no sabían controlar sus esfínteres. Uno quería un chupete y formula para bebé, y ni siquiera podía hablar. Imagínate a un hombre adulto actuando de esa forma. De hecho, su esposa lo había dejado a causa de eso. El Señor, sin embargo, le dejó en claro que, dejando de lado las pausas para descansar y las sesiones especiales de sanidad, el hombre debía cuidar de sus propios alters. Al ver la sabiduría de lo que Dios le había dicho, le señalé a este host frustrado que permanecería “fracturado”—y consecuentemente por debajo de todo el potencial que Dios le había dado—mientras sus alters no estuvieran con él. Dios puede sanar de formas sorprendentes, pero este hombre necesitaba crear lazos con sus alters, y ellos con él, para que el pudiera encontrar una plenitud absoluta. Como en cualquier otro proceso de vinculación humana, pasar un tiempo considerable unos con otros es esencial.

Ayuda Humana

Hay mucho que las personas pueden hacer para ayudar y dar consuelo a sus propios alters. De hecho, al combinarlo con una búsqueda continua de ayuda divina, yo solía creer que sanarse uno mismo debería ser la regla. Sin embargo, una alter a la que yo había ayudado le escribió lo siguiente a un hombre que tenía alters, y me envió una copia:

Los alters son gente solitaria. Es mucho mejor no sufrir solo. Yo necesitaba hablar con alguien fuera de mí misma, no solamente con la host de la que surgí. Necesitaba un lugar seguro para decir algunas cosas bastante personales y para hablar gráficamente acerca de las cosas que me lastimaron. Necesitaba confiar en alguien y saber que me aceptarían por quien soy. Para mí, Grantley fue ese alguien. Esto me ha ayudado mucho, y estoy agradecida con Dios al igual que con Grantley por su ayuda.

Antes de leer esto, apenas y tenía yo consciencia del valor que le dan los alters a hablar con otras personas que no sean con quienes comparten su propio cuerpo, pero ahora que me he detenido a considerarlo, la importancia es obvia. Seguro, alguien en confinamiento solitario puede hablar consigo mismo y con Dios, y hacerlo sería invaluable. No obstante, cualquiera en esta situación desarrollará una necesidad de hablar con otros seres humanos.

Esta misma alter explicó por qué nunca se había dado a conocer a ningún terapeuta profesional. La necesidad más apremiante de un alter es la de tener un amigo, no un curador clínico o alguien a quien se le paga para pasar tiempo con el alter. Si te sintieras rechazado, dolido y solitario, ¿le pagarías a alguien por hora para que te escuchara? A muchos de nosotros eso nos parecería tan falso y humillante ¡que preferiríamos seguir en nuestra soledad! Esta alter cree que es normal de ella como de todos los alters el no querer a alguien que, con aire de superioridad, le mire como un paciente o un sujeto de estudio de caso. Ella siente lo mismo de cualquier aparente bienhechor que pudiera tratarla como objeto de lástima o alguien a quién ayudar, en lugar de un amigo de gran valor. La autoestima de un alter por lo regular es tan baja que a duras penas podría soportar semejante ofensa. Los alters necesitan y merecen un amigo genuino—alguien que no solo les brinde un oído atento y comparte sus puntos de vista sino que valore su amistad. Y esto no es algo difícil de hacer. No me sorprende que alguien que ha ayudado a una gran cantidad de personas con Trastorno de Identidad Disociativo diga que no ha conocido aún a un alter que no le agrade. Por supuesto, muchos necesitan aliviarse de su dolor antes de volverse agradables.

Además de lo anterior, he descubierto desde entonces a un alter que nos permitía ayudarle tanto a un amigo como a mí, pero que se negaba a aceptar la ayuda de su host. El host anteriormente le había despreciado y reprochado durante años, a veces considerando a su alter como su “carne” pecaminosa y a veces como un demonio. Incluso cuando el host ya había cambiado su actitud completamente, el alter seguía resentido con él por su conducta pasada, limitando así la capacidad del host de ayudar al alter. Finalmente pude ayudar al alter a perdonar a su host, pero tomó algún tiempo.

Alguien más me escribió frustrada que sus alters me revelaban sus secretos antes siquiera de decirle a ella. Yo le expliqué a esta persona que eso se debía a que me consideraban como alguien más prescindible que ella. Si yo llegara a rechazar a un alter (lo cual nunca haría), el alter se sentiría menos devastado que si ella fuera quien rechazara al alter. Por eso sus alters a menudo prefieren medir mi reacción antes de tomar el riesgo máximo de dejar que ella conozca sus secretos. Sin embargo, incluso si la conocen lo suficientemente bien como para sentirse seguras de su amor y continua aprobación, existe otro obstáculo: han dedicado la totalidad de su existencia a mantener secretos de ella para protegerle de aflicciones, y sus alters acuden a mí en busca de una señal en cuanto a si ella podría soportar conocer sus secretos.

Otra dificultad práctica acerca de alguien que trata de curarse a sí mismo sin el apoyo de nadie más es que, cuando los alters se manifiestan por primera vez, su profundo dolor emocional tiende a abrumar al resto de la persona, dificultándole bastante a la persona el poder pensar con la claridad suficiente para ministrarle efectivamente a su nuevo o nueva alter.

Antes en esta serie de páginas web mencioné a mi amigo con T.I.D. quien escogió a un psicólogo como compañero de oración. Mi amigo le dijo que no tenía suficiente para pagarle a un terapeuta o a un consejero. El psicólogo respondió: “La consejería a veces está sobrevalorada. Dios es Dios. Jesús se encarga de la parte de sanidad, y la forma como Él escoja sanar es Su decisión.”

No obstante, la dificultad acerca de depender solamente de un amigo para obtener ayuda es que el amigo necesitaría ser una persona muy especial, con la guía del Espíritu y dotada de sabiduría. Para obtener al menos algo de preparación básica, tanto el amigo como la persona con los alters deberían, además de estudiar estas páginas web, leer las que se encuentran en el enlace al final de esta página, tituladas “How to Comfort the Hurting”.

Sea quien sea la persona en quien los alters decidan confiar, necesitará ser alguien con quien los alters (no solo el/la host) se sientan relajados. Conozco a una host que piensa que cierta mujer es maravillosa, pero una de sus alters no la puede tolerar porque la mujer le recuerda a alguien que la ofendió profundamente. Es importante que la persona escogida crea tanto en el host como en los alters, y que sea confiable, gentil, paciente, fiel, que no se escandalice por nada, y que no sea crítica. Antes de compartir nada con nadie acerca de tus alters, pregúntales acerca de lo que ellos entienden y de sus actitudes en cuanto a demonios y alters. Lo ideal sería que la persona no solo crea en alters sino también en demonios, y preferiblemente que haya tenido experiencia en echar fuera demonios y también en poder diferenciar entre alters y demonios. Un alter podría sentir más confianza con gente de un sexo más que con gente del otro. Sin embargo, al continuar sanando el alter, estar expuesto a una persona honorable del sexo opuesto podría ayudar a la sanidad.

También puede ser algo muy poderoso (en ocasiones es lo máximo) el que un alter ministre al alter de alguien más. Siendo alters, pueden identificarse verdaderamente unos con otros y conseguir aceptación. Por supuesto, el alter que ministre debe ser un cristiano fuerte y capaz de soportar cualquier insulto o seducción que el otro alter pueda intentar hacer. Dicho contacto deberá estar bajo supervisión.

Los alters—incluso aquellos que se forman en la etapa adulta—pueden sentirse tan desesperados por tener una madre o un padre que les apruebe, que les encantaría que el terapeuta, consejero o amigo se convirtiera en una madre o padre sustitutos. Sin embargo, resulta ser algo mucho más seguro y mejor para la sanidad si Jesús y un alter o el/la host asumen los papeles paternales. De esa forma, habrá una disponibilidad 24/7 sin peligro alguno de abandono debido a que el padre o madre sustitutos se cansen o se vayan. Además, las ventajas para el proceso de sanidad son obvias: mientras más profundo sea el vínculo que la persona tenga con Jesús y con cada parte de sí misma, mejor.

Uno de los alters de Jake solía llamarse a sí mismo “Desecho.” A pesar de que no le gustaba el nuevo nombre, le pusimos Amado. A continuación está una respuesta a un e-mail de una de las alters de Alice quien, casualmente, también solía llamarse a sí misma “Desecho”. Esta respuesta resalta varias cosas acerca de los alters y de la forma tan poderosa en que Dios les ministra.

Ya no estoy goleando a ninguno de los otros alters.

En estos últimos días acudí a la pornografía pensando que me ayudaría, pero Terry [uno de los alters hermanos más jóvenes a los que él solía golpear] no deja de cantar alabanzas a Dios, y puedo escucharlo dentro de mí. Cuando me masturbo, él comienza a llorar y a orar, y yo ya no puedo continuar. Quiero ser como Terry.

Hoy le dije a Jesús que se convirtiera en Señor de mi sexualidad, y le pedí que también fuera mi Señor. Jesús me dijo: “¡Bien hecho!”

Terry dice que cuando yo hago cosas malas, a él también le lastiman. Él simplemente sigue orando por mí y no para. Me tiene miedo. No quiero que tenga miedo de mí. Yo ya no lo odio. Él solo ama demasiado. Yo tengo miedo de que me amen.

Gracias por decirme que soy alguien querido. Nadie jamás me quiso. Gracias por querer que yo viva.

Jesús me quiere. Solo es que en ocasiones le tengo miedo. Pero Él no me ha lastimado. Él me llevó al cielo para estar con Él por un rato. Él me ama en serio. Sin embargo, a veces sigo confundido.

Soy un Amado de Dios. Ya no quiero ser Desecho nunca más.

Cuando me enviaste el e-mail acerca de cómo Jesús estaba soplando Su amor sobre mí, sentí cómo soplaba sobre mi espíritu. No entiendo eso del todo, pero Él en serio me ama.

Por cierto, es importante que cualquier persona con T. I. D. que sienta la más mínima atracción hacia la pornografía establezca un filtro de pornografía en todo acceso que tenga a Internet. No puedes esperar que los alters a quienes de momento no conoces tengan el grado de autocontrol que tú tengas, ni puedes esperar que los alters pequeños puedan tolerar lo que tú puedes tolerar. Hacer caso omiso a esto puede causar retrocesos significativos en la sanidad de uno mismo. Un enlace al final de esta página proporciona una lista de filtros de pornografía.

A un pequeño de tres años de edad que ha sufrido un trauma, los programas de televisión clasificados para una audiencia general podrían ser detonantes de sus traumas. Algo tan inofensivo como quedarse dormido frente al televisor puede tener consecuencias bastante desagradables. Cuando el/la host duerme, los alters pequeños a menudo están más activos, no menos, y el host no puede monitorear lo que ven.

Obstáculos Hacia la Integración

La sanidad total y la integración completa podría tomar años, pero las buenas noticias son que, a lo largo de tu viaje hacia la sanidad, disfrutarás de los beneficios que brinda una mejoría continua. Como un atleta joven que se convertirá en campeón mundial, seguirás mejorando más y más, aunque no puedes esperar alcanzar tu máxima plenitud en tan solo unos cuantos meses.

El primer paso hacia la integración completa es que los alters se den a conocer. Al leer estas páginas web, has llegado a entender que cada alter necesita sentirse lo suficientemente seguro para hacer esto, y que al manifestarse por primera vez, cada alter por lo general tiene tanto dolor—y a veces malos hábitos—que el/la host y los alters que ya se han dado a conocer están renuentes a que se manifieste un nuevo/nueva alter. Por eso es que la manifestación de los alters es regularmente un proceso lento e interminable, e incluso así la persona suele sentir que está pasando demasiado rápido. Existen varios factores que afectan cuánto tiempo tome identificar a todos los alters. Un factor obvio es cuántos alters tiene una persona. Las personas que han sufrido un Abuso Ritual Satánico podrían tener más de cien.

Incluso con terapia y consejería diarios, y habiendo solo treinta alters que se lleven bien unos con otros, es probable que tome un año—probablemente mucho más—identificar a todos los alters. Es más, no conozco ninguna forma de confirmar que cada alter se ha dado a conocer. A menudo existen alters de los cuales ningún otro alter tiene conocimiento, e incluso si un alter sabe, él o ella podrían sentirse obligados a no revelar la existencia de otro alter sin el permiso de dicho alter. Afortunadamente, los pasos invaluables hacia la integración comenzarán mucho antes que todos los alters hayan aparecido. Al madurar los alters, se volverán más y más parecidos entre sí, y varios alters formarán equipos.

Más allá de la simple manifestación de los alters, la integración completa también es lenta. Particularmente, lo que hace de la integración un proceso eterno es que cada alter debe quererlo. Solo porque ciertos alters hayan estado conversando contigo durante meses y hayan alcanzado una sanidad significativa no quiere decir que no tengan más asuntos serios que haya que tratar antes de que estén listos para integrarse. Existen muchos obstáculos potenciales para que un alter desee la integración. Vamos a enumerar algunos de ellos.

* Renuencia a aceptar la realidad actual

El sexo real, la edad verdadera, o el estado marital actual de la persona, son todos ejemplos de la realidad que un alter podría no estar listo a aceptar. El querer desesperadamente seguir viviendo en negación haría que dicho alter se encogiera de miedo ante la idea de unirse con un alter que sí acepta la realidad.

* Renuencia a aceptar verdades que otro alter conoce

Por ejemplo, un alter podría sentirse tan desesperado por amar y respetar a cierta persona (un padre, tal vez) que se niega a creer las experiencias de otro alter que hacen trizas el mito—quizá al demostrar que la persona era un abusador. Para dicho alter, la integración involucraría obtener recuerdos que el alter se niega a aceptar. Por eso, el alter seguirá separado hasta que esté dispuesto a aceptar esto.

* Querer “monopolizar” el acceso a una cierta habilidad

Un alter puede estar preocupado de que otros alters terminen por ignorarle o subestimarle, y esto podría motivar al alter a mantener a otros alters dependientes del mismo al “monopolizar” el acceso a cierta habilidad o recuerdos útiles que posee. La integración implica que cada alter tenga acceso total a todos los recuerdos y habilidades, y hasta no sentirse más seguro, dicho alter se negará a permitir que esto suceda.

* Temor a que la integración sea igual a dejar de existir

Ya he explicado antes en esta serie de páginas web los beneficios para los alters de la integración.

* Mantener un programa de sueño distinto al de los otros alters

Un alter podría preferir evitar el estrés al dormir en momentos cuando el resto de la persona está interactuando con gente. Los alters más jóvenes necesitan jugar, y podría ser que no se les dé la oportunidad de hacerlo excepto cuando todos los demás duermen. Otra razón para un programa de sueño distinto podría ser que un alter sienta que es más seguro que al menos uno de los alters permanezca en guardia en todo tiempo contra cualquier ataque posible. El resultado es un trabajo por turnos con los alters, en lugar de buscar trabajar al unísono.

* Esconderse cada que las cosas se ponen difíciles

Dejarle todo el trabajo a los otros alters cuando las cosas se ponen difíciles obviamente será un obstáculo hacia la integración.

* No querer compartir las mismas creencias o esperanzas de otro alter

Por ejemplo, alimentar esperanzas y sueños puede ser importante para un alter, pero esto podría consternar a otro al que le aterra el dolor de los estúpidos sueños.

* Acusar en falso a un alter por traumas del pasado

Un alter, por ejemplo, podría creer que otro actuó inapropiadamente y, por esa razón, culpar al alter por lo que pasó. Tal rencor será un impedimento para la integración.

* Resentimiento por ofensas genuinas

Un alter podría, en el pasado, haber “golpeado” o insultado a otro alter, o podría haber deseado que un alter estuviera muerto. A menos que los alters se perdonen unos a otros, no habrá ninguna unión o integración.

* Intolerancia a la inmadurez

Esto se puede dar de muchas formas. Por ejemplo, al permitírsele manifestarse, un alter que se haya formado de bebé podría necesitar pañales o querer que le alimenten con biberón. Los alters de más edad podrían resentir fuertemente esto. O los alters más grandes podrían querer ver películas que aterrarían a los niños, o hacer cosas inapropiadas para los niños, y por ende, molestar a sus propios alters jóvenes. Esto obstaculizará la sanidad y así bloquear el camino hacia la integración.

* Objeciones morales

Un alter podría decir malas palabras, usar pornografía, fumar o hacer alguna otra cosa a la que otro alter podría oponerse fuertemente y con bases morales. Hasta que esto no se resuelva, esto traerá división entre los alters.

* Diferencias en gustos

Podría haber disputas serias en lo que se refiere a comida, vestimenta, música, uso del dinero, y demás.

* Una persona significativa en la vida del alter podría no querer la integración

Los alters podrían resistirse a la integración por temor a que un terapeuta, consejero o ser amado les quiera menos después de la integración. O también, el ser amado podría estar saboteando conscientemente la integración porque él o ella prefieren relacionarse con alguien que tiene alters. Por ejemplo, el ser amado podría tener tantas ganas de tener hijos que él o ella animan a los alters que creen ser niños a seguir comportándose de manera infantil.

Alice, cuyos alters se encuentran cerca de la integración completa, escribe:

Una de mis alters estableció algunas reglas básicas que todos seguimos:

1. No desquites tu dolor con otros alters. Ellos también están dolidos.

2. No hagas uso de fuerza con otro alter. Cada uno de nosotros sabe lo que es que te manipulen y te traten con aspereza, así que no perpetuamos esto al tratar mal a otros.

3. No te burles de otro alter. Todos sabemos lo difícil que es comunicarse y lo confuso que es cuando los alters se manifiestan por primera vez. Todos hemos estado atrapados en el aislamiento, y esto se expresa de muchas formas. Deja que cada alter llegue a aceptar lo que está experimentando y que lo comunique de la mejor forma que pueda.

4. Sobre todo, jamás traiciones a un alter. Cualquier cosa que se te confíe, incluyendo la existencia misma del alter, es algo sagrado que no se debe revelar a nadie sin el permiso absoluto del alter.

Estas reglas le han ayudado a las alters a volverse amigos. Comienza desde el momento en que cualquiera de nosotras se percata de una alter que no conocemos. Al recordar lo solas y confundidas que alguna vez estuvimos nosotras, de inmediato le ofrecemos nuestra amistad y permanecemos fieles y amables hacia ella, sin importar qué tan antipática pueda parecer al principio. Si nos lastima de alguna manera, nos negamos a tomarlo como algo personal y entendemos con compasión que es debido al dolor agonizante. Debemos amar como Cristo ama, teniendo fe total que tal amor valiente poco a poco derretirá el corazón de una alter amargada y enojada, transformándola en una bella y preciosa amiga. Y en el camino hacia esa transformación, le enseñamos nuestras reglas básicas.

Mantener esas reglas básicas nos ha hecho peligrosas ante los ojos del infierno. Unidas, luchamos juntas como un ejército contra todo lo que busque derribarnos. Podemos leer las mentes unas de las otras y funcionar como una sola, intercambiando lugares para dejar que algunas descansen o para que se pueda hacer uso de las fortalezas de cada una para lograr el objetivo a cumplir. Sin embargo, lo más crucial es estar sometido a Dios en todo esto.

Cuando los Alters Parecen Haber Desaparecido o Muerto

Es común para los alters “desaparecer” de repente, especialmente después de que se presente algún desencadenante. En casos extremos, otros alters—e incluso el alter perdido—pueden creer erróneamente que el alter ha muerto. En breve hablaré un poco más acerca de los alters “muertos”, pero esta pequeña sección aplica a todos los alters que han desaparecido.

Aun cuando se sabe que no es algo serio, perder el contacto con un alter puede ser bastante desconcertante. Incluso podrías encontrarte de manera repentina sin el conocimiento o habilidades necesarios para llevar a cabo tareas clave en el trabajo o en algún otro lugar.

Nadie puede decir a ciencia cierta cuándo volverán estos alters, pero sí es seguro que volverán con el tiempo. Aquí hay algunas sugerencias que podrían acelerar su regreso:

* Si un alter que se ausenta sin permiso tiene un juguete o muñeca o actividad favoritos, sostén la muñeca, juega el juego, escucha la música favorita del alter, etc. Esto puede ayudar al alter a sentirse seguro, y él o ella podrían salir el tiempo suficiente para que hables con el alter, permitiéndote así la oportunidad de brindarle el consuelo necesario, las noticias de lo que ha ocurrido desde que el alter se retiró, etc.

* Incluso si no estás seguro que el alter está escuchando, dile al alter algo alentador varias veces a lo largo del día, algo como: “Ya es seguro ahora” (si eso es verdad), “Te necesito,” “Me encantaría hablar contigo,” etc.

* Otra forma es pedirle a los alters que estén fuera que vean si pueden localizar al alter silencioso y pasarle un mensaje.

* Es bueno prepararse con anticipación para emergencias de este tipo, creando en tu imaginación un lugar seguro al cual los alters puedan retirarse cuando sientan la necesidad de hacerlo. Este lugar seguro puede tener una puerta cerrada con llave o lo que sea, pero asegúrate que tenga un teléfono o cualquier medio por el cual se pueda entregar un mensaje.



Alters Muertos

A veces los alters estarán convencidos que un alter que alguna vez estuvo en el sistema ha muerto. A menudo, esto les entristecerá, e incluso podrían culparse por ello. La supuesta muerte podría haber ocurrido años atrás, y podría haber parecido como un suicidio y/o que un mal trato por parte de otros alters lo haya precipitado.

Lo que en realidad ocurrió es que el alter del cual se creyó que había muerto se escondió muy en lo profundo y nadie lo ha visto desde entonces. Si un alter acude a Dios para preguntarle lo que fue del alter desaparecido, a menudo se revelará que el alter ha estado con Dios desde su desaparición y está tan contento ahí que no tiene deseo alguno de volver a las presiones y el estrés de la vida terrenal.

Esto podría parecer algo cómodo, pero la realidad práctica es que parte de la capacidad intelectual de la persona (muy probablemente incluyendo un talento especial) y las experiencias especiales del alter con Dios permanecen inaccesibles y para todo efecto perdidas durante todo el tiempo que ese alter permanezca con Dios (o escondido, en todo caso).

Por eso, a pesar de que para el alter signifique tener que volver a la dura realidad de la vida diaria, el regreso del alter es por mucho del interés del resto de la persona, así como vital para que esa persona logre lo más que pueda para Dios en la Tierra. Por tanto, se recomienda persuadir al alter para que regrese. La oración dedicada a esto ayudará, así como pasar mensajes de que el alter es alguien amado, y que la vida terrenal ahora es mejor que cuando el alter se fue. Cualquier alter que trató mal a este alter también debería pedirle perdón.



Sintiendo una Culpa Excesiva por los Seres Amados

Muchos alters han pasado casi toda su existencia aliviando desinteresadamente la angustia de otras partes de ellos al cargar ellos mismos con la angustia. Llevan sobre sus espaldas los recuerdos desagradables y/o emociones negativas asociadas—tales como remordimiento, vergüenza, culpa, pesar, tristeza, depresión, soledad, miedo, preocupación, ansiedad, enojo, odio hacia uno mismo y sentimientos de inferioridad. Esto lo hacen para permitirles a otras partes, especialmente al host, enfocarse en las tareas necesarias, tales como el estudio o el trabajo, sin la agobiante distracción de todos estos molestos sentimientos y preocupaciones. Sus esfuerzos a veces incluso funcionan para el dolor físico y el cansancio. Este tipo de ayuda única termina por ser casi una respuesta automática, una adicción, y un estilo de vida. Algunos incluso lo ven como su única razón para existir. Esto se arrastra dentro de otras relaciones de tal forma que cuando suponen que un ser amado—a veces hasta un animal—en el mundo externo está sufriendo, caen muy fácilmente—casi inconscientemente—en tratar de aliviar el sufrimiento del ser amado, sufriendo ellos en nombre de esa persona.

Ninguno de nosotros puede saber exactamente lo que está sintiendo una persona. Si alguien tiene una herida abierta, el más ligero toque podría hacer que se retuerza de dolor, mientras que para otras personas el mismo toque podría no dolerles en absoluto. Por eso los alters, que han sufrido profundamente y a menudo tienen heridas del alma que aún no han sanado, normalmente suponen que los seres amados en el mundo exterior son más sensibles y están más lastimados de lo que en realidad son o están. Esto, combinado con la expectativa de que sufrir en nombre de alguien más aliviará la angustia de esa persona, los motiva aún más a querer sufrir por el ser amado. Además, existen varios factores que causan que los alters y los sobrevivientes de abuso infantil tengan un sentido altamente exagerado de responsabilidad por el bienestar de otros.

Todos los factores mencionados arriba y en el enlace se combinan y hacen que sea sumamente difícil para los alters dejar el hábito de actuar como un alter hacia las personas en el mundo exterior. Sin embargo, a pesas de sus buenas intenciones, sufrir en nombre de alguien que no comparte el cuerpo y cerebro de uno no puede aliviar la angustia de esa persona. Por esa razón, los alters que intentan ayudar de esta forma terminan sintiéndose con una culpa tan devastadora y creyendo que han fracasado a tal grado que hasta podría llevarles a lastimarse ellos mismos.

Incluso sin un Trastorno de Identidad Disociativo, afligirse pensando en cómo y qué podría estar sufriendo un ser amado, con frecuencia termina en una preocupación innecesaria y en intentos de empatía van más allá de lo planeado. Dado que las personas con T.I.D. son aún más susceptibles a este hábito tan fútil, para ellos les es de ayuda estar alertas al peligro y hacer lo posible por detenerse ellos mismos o a sus compañeros alters cada que perciban la presencia de pensamientos que se están desviando hacia suposiciones negativas respecto a lo que sus seres amados están sintiendo. Los alters se pueden beneficiar de recordatorios amables y continuos que sus suposiciones probablemente están equivocadas y que, mientras más piensen acerca del “sufrimiento” de un ser amado, más probable será que terminen por sentir dentro de ellos mismos las mismas cosas que erróneamente suponen que su ser amado está sintiendo. Ayuda a los alters a entender que tratar de aliviar el dolor de alguien más llevándolo sobre sí mismos en lugar de la persona nunca puede funcionar con gente en el mundo exterior, y que ninguna persona en su sano juicio podría esperar que tan siquiera lo intentaran. Los alters necesitan una reconfirmación constante que nadie aparte de Jesús puede ser el alter de alguien más. Asegúrales que Dios tiene grandes planes para ellos y un propósito real, aunque no incluya cargar con el dolor y la angustia de otras personas.



Impedimentos Espirituales para la Sanidad

Nadie en el universo se acerca a ser como Jesús en cuanto a ser capaz de liberarnos, darnos poder y sanarnos. Sin embargo, si alguna parte de nosotros tiene miedo de Jesús o sospecha que Él es duro o nos mira con malos ojos, entonces en lugar de acurrucarnos en Su regazo y disfrutar al máximo de Su compañía y aliento y sabiduría, por instinto nos mantendremos apartados a cierta distancia de Él. Este distanciamiento nos despojará de toda la calidez y el consuelo y el poder espiritual y el acceso a la sabiduría divina y la sanidad que de otra forma podríamos aprovechar por completo. Para romper con esta barrera artificial creada a causa de no entender cuán seguro, confiable y bondadoso es Jesús, cada alter necesita leer How Much does God Love Me? Receiving a Personal Revelation of God’s Love for You y todos los enlaces incluidos ahí. Y para eliminar los miedos equivocados de que Dios pueda desaprobar a los alters, cada uno necesita leer Forgiving Yourself y luego seguir adelante dando clic al primer enlace al final del texto en cada página. También necesitan hacer una declaración como la siguiente. Yo sugiero que cada uno de ellos lo analice y luego lo lea en voz alta:

El Jesucristo verdadero es puro, santo, seguro y confiable, y yo declaro que cualquiera que asegure ser Jesús y que en algún momento quisiera relacionarse en lo sexual con cualquiera o que me lastimara de cualquier manera es un mentiroso impostor. El Jesús verdadero es bueno y perfecto, el único y eterno Hijo de Dios, y que por medio de Él y para Él fueron creadas todas las cosas. Él es el Inocente quien, al morir en la cruz, tomo sobre de sí mismo el castigo completo que merece el pecado de toda persona, de tal forma que, por medio de la fe en Él, ahora yo pueda ser rescatado de todos los poderes espirituales malignos y recibir Su inocencia y volverme uno espiritualmente con el Santo Señor, destinado a gobernar con el Rey Jesús en el trono de Dios para siempre.

Habiendo destruido el poder de todo ser maligno, Jesús se levantó triunfante de entre los muertos y regresó al cielo donde Él reina hasta el final de los tiempos cuando Él ejecutará por completo Su victoria en la cruz destruyendo todo mal. En virtud de quién Él es como el Eterno Señor y por medio de Su victoria en la cruz, Él es mucho más poderoso que las fuerzas combinadas de todo poder en el universo físico y espiritual.

Declaro con orgullo que, por medio de la fe en que Jesús murió en la cruz para brindarme el perdón por todos mis pecados, yo pertenezco a Él, y por cuanto Él es completamente generoso, desinteresado, bueno, amable, sabio y confiable, yo quiero obedecerle por siempre en todo lo que Él me pida. Por cuanto pertenezco al Señor Jesucristo y Él es mucho más fuerte que cualquier cosa que busque dañarme a mí o a mis seres amados, yo acudo a Él por protección total contra cualquier amenaza, maldición o consecuencias negativas asociadas con romper cualquier acuerdo que yo haya hecho y que Dios quiere que yo rompa, y con cualquier lazo con gente o seres espirituales que Dios quiere que yo termine.

En este momento rompo con todo compromiso, promesa o acuerdo que haya realizado consciente o inconscientemente con Lucifer (Satanás o el demonio) o con cualquier otro ser espiritual que no esté en total sumisión al Señor Jesucristo, el Santo hijo de Dios y Juez Justo de todo ser que existe. Si he hecho a alguien más alguna promesa que no vaya de acuerdo con la santa voluntad de Dios para mi vida, rompo igualmente con ellas.

También me rehúso permanentemente a aceptar cualquier supuesto beneficio asociado con cualquier acuerdo que haya hecho anteriormente y que no tenga la aprobación de Dios; en cambio, reclamo todas las bendiciones y la protección que son mías por medio de Jesús. A través de Jesús soy libre, y a través de mi unidad espiritual con Él, ejerzo Su autoridad para resistir a todo mal y le ordeno que me abandone.

Para más ayuda en cuanto a ejercer la autoridad que Jesús te ha dado sobre el mal, lee Susan has a Secret (especialmente bueno para alters niños y jóvenes) y Spiritual Warfare: Turning Spiritual Attack into Victory.



Desafíos para Aquellos con Trastorno de Identidad Disociativo

Ocho cosas que toda persona con Trastorno de Identidad Disociativo necesita que le reafirmen constantemente:

* Incluso si los síntomas son desconcertantes, no te estás volviendo loco(a).

* Al igual que el resto de la humanidad, los alters pueden estar poseídos por demonios, pero los alters en sí no son demonios, aunque pueden demostrar creencias y comportamientos anticristianos, y algunos alters podrían creer que son del sexo opuesto.

* Cuando un/una alter se da a conocer por primera vez, es probable que surjan sentimientos y hábitos indeseados dentro de ti, los cuales creías que ya habías dominado. Puede ser sumamente perturbador tanto para ti como para los otros alters. No es de sorprenderse que sientas como si estuvieras empeorando en lugar de mejorando. No obstante, aunque podría tomar un tiempo, cada alter sanará, y la aparición de un alter previamente desconocido es un paso significativo hacia la paz, el gozo y la plenitud como nunca antes has disfrutado.

* Hemos mencionado que cuando un alter encuentra aceptación, es probable que otro piense que podría ser lo suficientemente seguro salir a la luz, y luego otro alter podría sentirse con la confianza de salir, y luego otro… Por eso, aun cuando una persona está experimentando una sanidad y recuperación significativos, él/ella pocas veces puede disfrutar de los beneficios antes de enfrentarse a otro desafío. No dejes de recordarte tú mismo el progreso alcanzado, y recuerda que si las cosas fueran más lentas, tu sanidad completa se atrasaría.

* A excepción de recurrir al pecado, deja que tus alters se expresen tanto como sea posible cuando estén solos o con alguien que entienda a los alters. Esto es vital para tu sanidad, y deberías permitirlo inclusive llegando al grado de dejar que te avergüencen o hasta hagan uso de un lenguaje ofensivo si sienten la necesidad de expresar su dolor u hostilidad.

* Respeta a los alters. No traiciones su confianza, no tomes decisiones son consultarlo con ellos, etcétera. Hacer caso omiso a esto—incluso si es por accidente—puede llegar a crear a un enemigo interno, lo cual será, cuando menos, algo desagradable y que retrasará tu sanidad.

Una de las alters de Alice escribe a uno de los alters de Jake, tratando de calmar las aguas en un incidente de ese tipo:

Por favor no odies a Jake. Él está lastimado y confundido, al igual que lo estamos tú y yo.

* Busca que los alters cambien, no haciendo uso de fuerza o reprimiéndolos, sino por medio del poder sanador r de terminar con el sentimiento de aislamiento y rechazo de los alters, y ministrándoles con ternura el amor de Cristo y el poder del Evangelio. Convéncelos y ora por ellos para que se den cuenta que Dios siempre perdona, nunca con enojo o siendo crítico, a cualquiera que permite que Dios entre en su corazón. No dejes de reafirmarles que Dios está de su lado y que Él es gentil, comprensivo, y que quiere traerles consuelo y llevarse su dolor.

La alter de Alice continúa en su e-mail a uno de los alters de Jake:

No vamos a llegar a ninguna parte si Dios no nos ayuda. Él quiere hacerlo. Ya es tiempo de que nosotros dos nos rindamos a Dios. Puedes acudir a Dios tal cual eres, con todo tu dolor, confusión y frustración. Él pondrá en orden todas esas cosas que nos dejan tan confundidos.

* A pesar de la aflicción inicial, la manifestación de un nuevo alter no solo llevará al final a la reducción del dolor interno, sino que puede significar tener acceso a habilidades emocionantes que te deleitarán y/o fortalecerán. No solo son los alters de más edad los que pueden demostrar ser de inmensa importancia. Por ejemplo, un alter joven podría tener una memoria de corto plazo mucho mejor que el/la host y que los otros alters. Oculta dentro de otro alter joven podría haber una enorme reserva de creatividad, causando que una persona alcance alturas de creatividad más allá de cualquier cosa que la persona podría lograr de cualquier otra forma. Otro alter pequeño también podría haber pasado años en los que Dios le crio personalmente y, por esa razón, tener un entendimiento espiritual sorprendente y una intimidad con Dios.

Si tienes alters, aquellos que menos esperas que tengan una habilidad especial podrían acabar por hacer contribuciones invaluables a tu bienestar. Debido al abuso que sufrió cuando se le enseñó a ir al baño, así como por otros traumas, una mujer solía tener una enorme dificultad para ir al baño. Cada alter parecía tener otra razón más para que esto fuera traumático, y el retrasarse en ir al baño le causaba un dolor espeluznante. Su última alter en surgir se formó a la edad de seis años. Como es usual para cualquiera con Trastorno de Identidad Disociativo, la mujer no estaba contenta acerca de descubrir a un alter más. Ya había tenido que soportar los recuerdos recurrentes y el dolor de otros 28 alters. Sin embargo, después de algún tiempo descubrió que esta alter podía ir al baño fácilmente. Los otros alters entonces aprendieron a depender de esta alter cuando necesitaban hacer del baño, liberándose así del dolor y de los accidentes vergonzosos que los habían plagado toda su vida. Por una sorprendente cantidad de razones, tienes motivos para dar la bienvenida a los alters cuando se manifiestan, sin importar cuanta incomodidad puedan traer al inicio.

* No puedes sanar solo(a). Necesitas a las personas. Sin embargo, haz todo lo que puedas para no poner toda tu dependencia sobre un solo ser humano. Haz tu mayor esfuerzo por repartir esto entre varias personas y sigue trabajando para que tu mayor apego—y el de tus alters—sea hacia Dios, y para que el/la host y los otros alters se vean como los principales proveedores humanos de consuelo, sabiduría y apoyo.

En este artículo he recurrido caso únicamente a mi experiencia personal al ayudar a sobrevivientes de abuso infantil. Seguramente hay personas que son mejores que yo en cuanto a entender y tratar el Trastorno de Identidad Disociativo. Sin embargo, el único experto infalible es el Señor Jesucristo, ante quien rindo con gusto cualquier afirmación acerca de cualificaciones o experiencia. No pongas tu confianza en mí en absoluto, pero verdaderamente puedes confiar en Él.

El Siguiente Paso

Te recomiendo que leas How to Find Every Alter & Get Each Alter to Talk pero quiero recordarte el enlace Quick Help for Every Dissociative Identity Disorder Emergency si estás ansioso por obtener una respuesta rápida a una pregunta específica.

Para obtener ayuda en conseguir a un consejero o terapeuta, lee How to Identify a Good Counselor / Therapist.

Por desgracia, los alters a menudo están aterrados de su Sanador y Mejor Amigo y la Persona más segura en el universo—Jesús. Temen que Él actuará como lo hizo su abusador. Para obtener ayuda con esto, lee Fearing Jesus & Healing Sex Abuse Dissociative Identity Disorder.

Para una lista completa de ayuda importante para el T.I.D., consulta Christian Resources: Index of Help for Dissociative Identity Disorder. Todos los enlaces son de mucha utilidad y más de uno son escritos por alters.

Para una página web que te aliente en cuanto a los beneficios positivos de las personalidades múltiples, lee Does Multiple Personality Disorder Create a Superior Brain?

Para obtener ayuda gratuita en la recuperación completa de sobrevivientes (hombres y mujeres) de todas las formas de acoso y abuso sexual, lee Comfort, Understanding and Healing for Abuse Survivors.

Para obtener ayuda general, consulta How to Comfort the Hurting.

(N/T: Todos los enlaces con títulos en inglés en esta página aún no se han traducido; visita esta página con regularidad, ya que se irán actualizando conforme se traduzcan al español.)

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