Dios te sonríe a ti. Le iluminas la cara
tanto como nadie
le ha iluminado la cara de un amante.
(Esta página importante está disponible también en English, Francés, German, Portuguese, Danés, Afrikáans, Bemba)
La mayoría de nosotros imagina que a los ojos de Dios somos justo uno de millones.
Sabemos que mucha gente no cree que seamos importantes así que suponemos que
Dios cree lo mismo. Pero, por otro lado, Dios no es igual a
mucha gente. Nos parece que Dios tiene sus preferidos y creemos que estamos bastante bajos
en la lista, pero vamos a ver que esto no es la verdad. Nuestros sentimientos
no responden a la realidad. Para Dios, tú eres importante.
Cuatro razones por las cuales Dios te prefiere más que a nadie
1. El hijo de Dios derramó su última gota de sangre por ti. Dios te ama de todo corazón. Te ama de toda pizca de su amor enorme. Eso quiere decir que por más que él quiere a otros, de ninguna manera podría querer a cualquier otra persona más de lo que te quiere.
Una mujer me escribió acerca del párrafo anterior:
Yo quería decirle, "¿Dios me quiere de todo corazón? ¡Anda! ¡Es asombroso que me quiera en modo alguno!
¡Grantley, exageras demasiado! Pero el Señor me hizo callar con la oración de Jesús
por todos los creyentes (¡incluyendo nosotros!) en San Juan 17:23:
Yo en ellos, y tú en mí,
para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que
los has amado a ellos como también a mí me has amado.
No puedo escapar; no puedo evitarla.
Solamente puedo enfrentarme a la idea y aceptarla,
absorbiéndola mientras continúo.
Cristo está en mí y Dios me ama tanto como le ama a Cristo.
Y de ninguna manera el amor de Dios para Cristo puede ser tibio.
Me dormí con este versículo firmemente en la mente consolándome.
Las Escrituras nunca prometen que siempre vas a sentirte amado, tampoco que las circunstancias siempre van a parecer obvias que eres amado. Dios simplemente promete que sí tú eres amado. No hay sufrimiento ni tragedia que jamás podrá apartarte del amor de Dios (Romanos 8:35-39). Un instante de tiempo no prueba nada. Sólo la película de tu vida del punto de vista de la eternidad puede representar adecuadamente la infinidad del amor de Dios para ti.
Cuanto más amas a alguien, más te es importante esa persona. Por eso, el hecho que Dios te ama de todo corazón quiere decir que eres tan importante para Dios que no puedes tener la más remota idea.
2. Antes de que Dios nos perdonara, estábamos muertos espiritualmente. Las Escrituras aseveran que cada persona en este mundo estaba muerta en su pecado. Cuando una persona muere, esa persona está muerta completamente. Dios no puede decir "prefiero a aquella porque está menos muerta que aquella."
Pero por medio de Cristo podemos ser perdonados. Cuando Dios mira a una persona perdonada, no puede encontrar ningún pecado. Cuando eres perdonado, Dios no puede encontrar a ninguna persona en el mundo entero que sea más perdonada que tú.
Por lo tanto sin Cristo estamos todos igualmente muertos en nuestro pecado y en Cristo somos todos igualmente perdonados.
3. Dios es todopoderoso. Eso quiere decir que Él no necesita a unas personas más que a otras.
Si Dios sólo puede usar jóvenes, o fuertes, o ricos, o famosos, o sabios, entonces Dios tiene que ser tan débil que necesita fuerza humana; tan pobre que necesita nuestro dinero; tan tonto que necesita educación humana.
4. Al Señor le encanta usar cosas pequeñas que no parecen tener importancia. 1 Corintios 1:26-29 dice: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es, para deshacer lo que es, la Biblia continua, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
En la Biblia, el libro de Jonás parece pequeño e insignificante. Tiene solamente 2-3 páginas en total. Muchas veces me siento así: pequeño e insignificante. A menudo me he sentido tan inútil que me suicidaría si no me preocupara por enfrentarme a Dios después. Pero la Biblia sería mucho más pobre sin este librito. Y el reino de Dios sería mucho más pobre sin ti. En este librito Dios usa una tempestad, una ballena, un hombre rebelde y malhumorado que no tiene un corazón, una planta y un gusano. ¿Qué puede ser más insignificante que un gusano? Dios puede hacer cosas inmensas contigo. Si Dios puede usar una tempestad y una planta y un gusano, Dios es suficientemente listo para usarte. Dios es tan poderoso que puede usar cualquier cosa para hacer su trabajo.
Ningún cristiano es demasiado viejo, pobre, inculto, tonto o enfermo para ser maravillosamente usado por Dios. No podemos explorar esto a fondo en este momento. Pero, para ver sólo un aspecto de esto, ve Never too old for God (en este momento, sólo en inglés).
¿Crees que no hay nada que Dios no pueda hacer? ¿Crees que Dios pueda devolverle la vida a un muerto? ¿Crees que Dios pueda devolverle la vida a un muerto por medio de tus oraciones? Esas palabras 'por medio de tus oraciones' no de repente le hace débil a Dios. ¿Crees que Dios pueda salvar miles de almas? Entonces tienes que creer que Dios puede salvar miles de almas por medio de ti.
O Dios puede hacer lo imposible por medio de ti, o no es Dios.
Sigue diciéndote, No hay nada que Dios no pueda hacer por medio de mi.
El Cielo espera en vilo para ver las cosas increíbles que vas a alcanzar para la gloria de Dios.
Nadie es más importante para Dios que tú: pruebas bíblicas
En el libro de Gálatas 2:6-9, Pablo habla de Pedro, Jacobo y Juan. Si alguien podía reclamar que Dios le tiene un cariño muy especial, serían estos hombres. Cuando Jesús caminaba en la tierra, parecían ser sus amigos más íntimos. Después se les llamaba las columnas de la iglesia. Sin las columnas el edificio entero se derrumba. Sin embargo, Pablo escribió de estos hombres, pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas).
Pablo hablaba de Pedro, el hombre honrado de millones como el primer papa. Aun su sombra curaba a personas. Pablo hablaba de los líderes de la iglesia, los grandes santos cuando inspirado por Dios escribió, de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas).
Dite a ti mismo, La Biblia dice que soy tan importante para Dios como Pedro, Jacobo y Juan.
Un día los discípulos le dijeron a Jesús que su madre quería verlo. Jesús les contestó: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?... todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre (San Marcos 3:31-35, San Lucas 8:20-21).
Entonces cualquiera que obedece a Dios tiene derecho a hablar con Jesús, tanto como María. Cualquiera que hace la voluntad de Dios ocupa un lugar especial en el corazón de Jesús tanto como su propia madre.
Otra vez cuando Jesús predicaba, una mujer exclamó, ¡Dichosa la mujer que te dio a luz! Pero en vez de asentir, Jesús dijo, Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la obedecen (San Lucas 11:27-28, NVI).
Jesús nació sólo una vez. Solamente una mujer podía tener el honor de dar a luz al Mesías. Esa fue la bendición especial de María. Pero espiritualmente, somos todos igualmente bendecidos. En Efesios 1:3 la Biblia dice que cada uno de nosotros ha sido bendecido con toda bendición espiritual. ¿Cómo podría ser si no? Si Cristo murió (dando todo) por pecadores, ¿qué puede negar a los que han sido limpiados y hechos los hijos queridos de Dios? Como las Escrituras indican, ya que eres tan querido para Dios que dio a su único Hijo por ti - la más cara dádiva en el universo - no hay nada que no te daría (Romanos 8:32, y también 1 Corintios 3:21-22).
Dite a ti mismo, Soy tan bendecido como cualquiera.
Tú ocupas un lugar especial en el corazón de Dios
Desde la edad de cuatro años, yo amaba ayudar a mi abuelo a poner senderos de cemento. Casi cualquiera podía hacer el trabajo mejor que un niño pequeño, pero eso no tenía ninguna importancia. Yo era insustituible. Ocupaba un lugar especial en el corazón de mi abuelo.
Y ocupas un lugar especial en el corazón de Dios. Para él eres insustituible. El Todopoderoso no necesita la ayuda de nadie. Pero la alegría del Padre nunca sería completa sin tu contribución.
Mi abuelo me quería participar de su trabajo. No es que me necesitaba, pero es que yo le era importante. Y Dios te quiere participar de su trabajo. Piensa en eso un poco - el trabajo de Dios es el más importante trabajo en el universo. Dios tiene algo de importancia divina; algo de importancia eterna con que él quiere que le ayudes. ¡Increíble! ¡Tú eres importante!
Para Dios, eres importante. Yo pensaba, sí, sí Dios me quiere, pero quiere a todos. Para él soy sólo uno de millones de cristianos. Dios tiene sus favoritos y no soy uno de ellos. Pensaba que era humilde pensar así. Pero la verdad es que acusaba a Dios de amor imperfecto. De hecho, llamaba a Dios mentiroso. Dios dice que te ama. Así que creer que eres sin importancia es creer que Dios es mentiroso. ¡No es humilde de ningún modo llamar al Señor santo mentiroso! Es pecado.
Dios es la persona más importante en el universo. Ya que le eres importante, ¡eres importante de verdad! No es humildad para decir al Dios infinitamente sabio que está equivocado. No es chiste; es algo grave.
¿Cómo me atrevo a ir al Señor glorioso que derramó su sangre por mí y decirle, No te importo? ¿Me atrevo a ir a la cruz donde merecía colgar, mirarle a la cara ensangrentada de mi Salvador y acusarle de querer a otros más que yo? ¡Murió por mí! ¿Qué más me atrevo a exigirle hacer antes de que yo acepte el hecho de que le importo? Debo remorderme por ese pecado como si fuera culpable de asesinato.
Se dice que un pirata mató a un hombre. Estaba tan horrorizado por lo que había hecho que no podía dormir bien durante semanas. Pero seguía matando. Avanzó hasta tal punto, que podía matar a un hombre, usar su cadáver como almohada y dormir profundamente toda la noche. Somos así. Hemos cometido el pecado de ideas equivocadas tantas veces que nuestras conciencias se han endurecido como el concreto. Con respecto a otros pecados nuestras conciencias pueden ser blandas todavía pero en relación con el pecado de la duda y de ideas insensatas, nos hemos insensibilizado.
Los leprosos pierden los dedos de las manos y los pies, y a veces la nariz. Siempre se creía que la enfermedad era culpable. Pero un listo misionero médico empezó a poner en duda esta idea. El Dr. Paul Brand notó que los leprosos se acostaban enteros y se despertaban sin dedo. Nadie nunca podía encontrar rastros del dedo perdido. Con el tiempo, descubrió que las ratas les arrancaban los dedos de un mordisco. ¿Cómo podría ocurrir? Es que los leprosos pierden la sensibilidad. Y ese es nuestro problema. Hemos perdido la sensibilidad en parte de nuestra conciencia. Y después el diablo - esa rata gorda - empieza a mordisquearnos, y en vez de ahuyentarle, no nos damos cuenta de lo que hace. Necesitamos urgentemente que Dios haga nuestras conciencias sensibles de nuevo.
El quid de la cuestión
Ahora vamos a la parte más importante de este mensaje. Este mensaje puede levantarte por muchos días, desvanecerse después y a la larga no lograr nada. O puede ser el momento decisivo en tu vida, haciéndote la fuerza poderosa en el reino de Dios que Dios te quería ser desde el momento que naciste.
Es alarmante considerar lo que el mundo se pierde cuando cualquier cristiano piensa que no es especial para Dios. No hay ningún cristiano que no pueda ser usado por Dios para salvar miles de almas, si el Señor lo quiere así. No hay ningún cristiano que no pueda ser usado para cambiar el curso de la historia humana. Pero cuando nos agarramos al pecado de ambiciones pequeñas, nada que valga mucho ocurre. Esto es serio - más serio de lo que alguno de nosotros puede imaginar. El quitarnos de este pecado probablemente va a costarnos muchísimo, pero le costó a Cristo muy por encima de esto para librarnos del pecado.
Abandonar el pecado de ambiciones pequeñas es tan difícil como dejar la bebida para un alcohólico. Necesitamos un milagro gigantesco en nuestras vidas. El proceso empieza con admitir que somos adictos al pecado grave de no vernos y nuestras posibilidades como Dios las ve. Tenemos que aborrecer este pecado. Tenemos que admitir que somos esclavos de este pecado y la única manera de librarnos es un milagro divino.
Sugiero la siguiente oración. Ora cualquier parte con que estés de acuerdo.
Señor, en tu misericordia empieza a abrir mi mente y mi conciencia a la seriedad de mi pecado. He pecado en pensar que tienes favoritos. He pecado en pensar que no te importo. He pecado en pensar que no quieres usarme para cosas increíbles de importancia eterna para tu gloria. Mi adicción a las ambiciones pequeñas te ha lastimado y han hecho daño enorme. Por medio de la sangre de Jesús, te imploro perdón.
Ahora declaro que quieres hacer cosas grandes por medio de mí. Rechazo tolerar un pensamiento inferior. Y busco fuerza divina en ti para derrotar para siempre tales ideas pecaminosas. Señor, no me dejes volver a cometer este pecado sin sentir tu desagrado fuerte. A costa de lo que sea, sé glorificado en mi vida.
Mantener la victoria
Por muchos años he sido tentado continuamente a sentirme inútil. Escribí un libro que explica todas las razones de porqué todos nosotros podemos lograr cosas grandes por Dios, y necesitaba continuar leyendo ese libro todos los días, semana tras semana, año tras año. Cuando dejaba de leerlo por unos días volvía a caer en depresión.
Entonces no tengo ningún reparo en esperar que necesites aferrarte a las verdades en este mensaje y leerlo una y otra vez para sacar el beneficio máximo. Son verdades importantes que el diablo intenta con todo su poder hacernos olvidar. Tenemos que aferrarnos a ellas como si nuestra vida dependiera de ésto. De hecho, puede ser más importante que la vida misma. El destino eterno de otras personas puede depender de la medida en que entendamos estas verdades y las pongamos en práctica. El Señor quiere hacerte una fuerza poderosa en el reino de Dios.
Tu necesidad, sin embargo, es demasiado crónica para poder usar una técnica de autoayuda para librarte de tu adicción. Necesitas pedir todos los días al Señor sensibilizarte la conciencia. El Padrenuestro - "danos hoy nuestro pan de cada día... no nos dejes caer en tentación" nos muestra la necesidad diaria de llevar nuestras necesidades a Dios para ayuda divina en vencer la tentación. Sin esta ayuda nos veremos envueltos en una falsa ilusión de que no necesitamos depender sólo de Dios. Las Escrituras nos adviertan, "el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintios 10:12). No obstante, tu Ayudador divino, el Espíritu Santo, mora dentro de ti, dondequiera que vayas, veinticuatro horas al día. Trágicamente, es fácil volver a los hábitos viejos sin darse cuenta. Diariamente mira a él para reconocer cuando empiezas a decaer. Ya tienes protección divina.
Pensamientos negativos todavía van a acosarte, pero una vez estén al descubierto, puedes repelerlos con la misma indignación que sentirías por una sanguijuela. Estos invasores mugrientos de las cloacas del infierno no te pertenecen. No podemos pensar en dos cosas a la vez, entonces la mejor manera de expulsar pensamientos malos es agarrarse bien al pensamiento opuesto - lo ideal sería una declaración que sabes es válida - una de la Palabra de Dios. Agárrate bien a esta idea como un náufrago se agarra de un salvavidas en una tempestad. Frustra al diablo y date cuenta de que la verdad es exactamente lo opuesto de la mentira con que te ataca y cada vez que un invasor se acerca puedes proclamar la verdad. Esto ilumina cosas que sólo pueden vivir en la oscuridad. Resiste al diablo, y huirá de ti (Santiago 4:7). Él va a regresar con disimulo más tarde, pero cuando busques fortaleza en el Señor diariamente, vas a vivir en victoria.
Apéndice: Por qué el pecado de la incredulidad es tan adictivo
Esta sección expone en detalle las razones porqué yo me hice adicto a pensamientos equivocados y malos. La causa de tu adicción no va a ser necesariamente lo mismo, pero todavía ayuda alertarse de los peligros.
Me menospreciaba a veces con la ilusión de que la otra persona se apiadaba de mí y me halagaba de alguna manera. Estaba ajeno al hecho de que mi conducta era tan patética hasta había alguien que se negó a jugar mi jueguito. En vez de halagarme, me reprendía y me acusaba de pecado por ser negativo con mi mismo. Estaba enojado hasta empezaba a percibirme con más precisión. Me hacía tan vulnerable con esta actitud. Esperaba algo de otros que era mi responsabilidad. Además, mis acciones demostraban que honores de los hombres me valían más que la aprobación divina que ya tenía. Cada vez que recibía los halagos que buscaba, se me recompensaba por mi comportamiento, así aumentando mi adicción.
Si el éxito de lograr una meta es dulce y es muchísimo más dulce cuando se logra considerablemente más de lo que esperaba. La manera más fácil para asegurar la repetición de esta emoción adictiva era convencerme de que iba a lograr poco. La euforia que sentía cuando sobrepasaba mis esperanzas bajas era una recompensa rica a cambio de disminuir mi potencial que Dios me ha dado. Yo le entristecía a Dios, difamando su nombre y cometiendo el pecado de la falta de fe - bajando mi fe a propósito - para conseguir (a veces inconsciente) una sensación breve de euforia.
Y aunque sabía que la fe le agrada a Dios, también sabía que actuar en fe es difícil y tenía miedo. Es más fácil ser perezoso y cobarde.
Hacer bromas en perjuicio propio fue otra trampa. Cada vez alguien se reía, recibía mi recompensa, pero cada broma clavaba actitudes negativas más profundas en la mente. Cebaba mi propia trampa.
Las adicciones tienen sus placeres pasajeros. Al final, sin embargo, son una maldición que nos impide vivir la vida abundante y emocionante que glorifica a Dios. Cuando miramos a Jesús, no obstante, la maldición va a ser quebrantada.
Not to be sold. © Copyright, 1997, 2008 Grantley Morris. May be freely copied in whole or in part provided: it is not altered; this entire paragraph is included; readers are not charged and it is not used in a webpage. Many more compassionate, inspiring, sometimes hilarious writings available free online at
www.net-burst.com Freely you have received,
freely give. For use outside these limits, consult the author.
¿Quieres oración?
e-mail: spanish@net-burst.com
Más...
El compañero perfecto Encontrar el amor verdadero
Traducido 01/2008